Exulansis
Últimamente, me decanto por la narrativa en vez de por la vena poética que siempre ha latido bajo la piel en busca del foco. De momento, no quiero que sea protagonista de mi obra, porque duele en lo personal allá donde la omniscencia roza lo característico del escenario desde la más limpia objetividad. Que mi único objetivo sea dedicar las noches en vela a la luna y no a pensar en ti es tu culpa, por ejemplo; que ya no te quiera es mentira, por algún casual. Pero estoy a un día menos de evitarme la limpieza bucal a base de jabón, y eso te lo debo.
Me conocen bajo el sobrenombre de ludópata desde que tu amor se declaró juego, y yo en abstinencia de partidas porque mis monedas ya no sirven para cubrir las tiradas. Es una pena que no hayas sabido valorar el precio de la fama cuando sembrabas en mi cabeza un bosque de ideas que hoy el insomnio decide acunar. Que desde que tú la conociste, yo me he conocido a mí, y me gusto mucho más. Porque ella me abraza donde tú sentías quemazón, e invierte sus ratos muertos en cancelar citas con el único pretexto de tener que curarse de una enfermedad, que soy yo. Que ya no soy la enferma; que ya no enfermo de amor por carencia de tu afecto. Y me da igual.
Estoy a escasos centímetros de tu boca y a años luz de tu corazón, que ya alberga a otra que nunca podrá darte lo que yo te prometí con un solo pestañeo. Y lamento tu pérdida más aún que mi victoria, o el hecho de que llames amor a lo que para mí figura como derrota. A mi imagen y semejanza, pero ella nunca será yo por más que la idealices, tanto como conmigo hasta poder admitir sin pelos en la lengua que me querías. Lejos.
La decadencia es la sentencia de quien ha sido puro de corazón, y yo ni sufro ni padezco. Ya ves tú. Si creías tenerme a tus pies y resulta que mientras me mirabas con altanería trepé al trono, y ahora te destierro de un puesto que nunca quisiste ocupar a pesar de que llegaras aquí tan solo por mi imprudencia: mi esencia. Que te fui sincera porque cuando quiero no miento, y lo siento por tener que hacerlo ahora que pega frío el invierno.
Comentarios
Publicar un comentario