Fika




El amor volverá.

Cuando menos me lo espere, acariciará mi rostro y me enseñará a bailar al compás. Aireará el vuelo de mis vestidos y soplará mis pestañas para hacerme ver con claridad. Despertará pasiones, pero mi corazón ya pertenecerá.

Ese preciso día, no va a llover. Juro solemnemente que escribo en honor a todas esas niñas que hoy lloran, porque son conscientes de que mañana deben crecer. Y a los chicos que no pudieron conocer lágrima, les animo a verla caer. Que nadie, por mucho que insista, consiga que os quitéis la piel. Que la ropa es prenda, pero el alma es a granel.

Susurrarán los corazones rotos que alguien les dé de comer, y yo sostendré todas vuestras manos mientras escuchamos este, nuestro último ballet.

Hoy río porque ayer fui mar. Hoy sonrío porque reconozco que volveré a querer. Son tantas las noches que dediqué a recordar tus promesas que en intento me quedé. Y todas las farsas que sostuve entre las palmas de mis manos me obligaron a renacer.

Porque, cielo, ya es tarde, pero el amor va a volver. Y porque estar aquí para verlo es un privilegio que no te concederé.



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